miércoles 27, noviembre, 2024

EN EL TINTERO

Las minas de la muerte 

Jessica Rosales

Un siglo ha pasado en la región Carbonífera de Coahuila y la historia es la misma, los trabajadores del carbón sin otras opciones de vida por la nula diversificación de la economía.

Pero no solo tienen que enfrentar la situación económica que impera en esa zona, también el olvido de las autoridades encargadas de velar por su seguridad laboral. 

El reciente accidente en la mina ubicada en el ejido El Mezquite del municipio de Sabinas exhibe cómo la Secretaría del Trabajo y Previsión Social sigue incurriendo omisión y poniendo en riesgo a los trabajadores. 

Fue en agosto de 2022 cuando personal de inspección de la dependencia federal acudió a realizar una revisión y detectó severas irregularidades que ponían en riesgo la vida y la seguridad de los trabajadores, por lo cual se decretó la restricción del acceso y la limitación de la operación de la mina.

Resulta que, a un año de dicha medida precautoria, ocurre el accidente en el que dos trabajadores fallecieron al impactarse de una altura de 70 metros de profundidad, luego de que se rompió el malacate de ascenso y descenso de la mina.

¿Cómo es posible que pasara un año sin que nadie de esta dependencia federal se percatara de que se incumplió dicha resolución? ¿Cuáles son los protocolos para verificar que se cumplan las medidas y prevenir accidentes de este tipo?

Por cierto, todo esto dude de cuando al frente de esta dependencia sería a cargo Luisa María Alcalde, cómplice de las promesas incumplidas del Presidente Andrés Manuel López Obrador a la región Carbonífera, y a los deudos de Pasta de Conchos.

Incluso, los hechos ocurren a un año de lo sucedido en El Pinabete, cuyos cuerpos siguen sepultados al interior sin ser rescatados. También con un proceso en contra del dueño del lugar.

Con todo y las acciones que han anunciado para sancionar a los responsables hay que decirle a la Fiscalía General de la República, a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y al propio gobierno federal que actúan demasiado tarde porque las tragedias deben prevenirse para no tener que sancionarse.

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