En política todo puede ocurrir.
Incluso, hasta lo improbable.
Anónimo
Jesús M. Moreno Mejía
No sólo los seguidores de la “Alianza Ciudadana por la Seguridad” están seguros de que ganarán la elección de gobernador en Coahuila, a realizarse este domingo 4 de junio, lo sabe incluso la cúpula del partido en el poder, pues decidieron que era mejor asegurar el triunfo de la candidata a gobernar el Estado de México, que perder una entidad norteña a la que le falta una verdadera cohesión de la izquierda.
“Ustedes así lo decidieron”, seguramente pensó el “preciso” a la hora de enterarse anticipadamente de que en Coahuila, fuera quien fuera su candidato, estaba perdido. Bueno, eso es lo que imagino; lo que luego ocurrió, ya todos lo sabemos; dizque hubo una “consulta popular” para decidir quién sería el abanderado de Morena.
Que si buscaron la alianza con otros partidos, nada parece indicar que así lo hubieran intentado los “morenos”, ya que incluso hubo un aspirante desdeñado que asegura que el Partido del Trabajo le ofreció registrarlo como su candidato; en tanto que otro aspirante se “lanzó al ruedo” por el partido que fundó su padre hace tiempo y que ahora él representa, la Unidad Democrática Coahuilense (UDC), apoyado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Hoy omitimos mencionar los nombres de los “calefactos” a convertirse en gobernador de Coahuila, mismos que cualquiera los puede identificar, si siguen el quehacer de los “aspirinos” coahuilenses, además de que no es nuestra intención hacerles propaganda.
Los partidos que integran la “Alianza Ciudadana por la Seguridad” (PRI, PAN y PRD) resolvieron desde un principio quién sería su “hombre fuerte” para la gubernatura, a pesar de ser los tres de ideologías disímbolas, pero eso sí, tienen un mismo propósito: impedir resulte electo el candidato del partido del presidente López Obrador, máxime si fuera en alianza con los partidos satélites de siempre, pero no fue así hasta el momento del registro.
Sin embargo, en la víspera de la elección de gobernador los dirigentes del PT y el PVEM, decidieron llamar a sus seguidores para que voten por el abanderado de Morena. Pero… ¿Con qué objeto? Las boletas electorales ya están impresas y tienen el nombre de cada candidato, llámese como se llame, y el elector va a elegir al de su predilección y no a tal o cual partido, dado que todos están desacreditados, motivo por el cual votarán “por el menos peor”, o por el que les convenga, si es que están comprometidos.
El Partido del Trabajo (PT) fue señalado como traidor por AMLO por haber dado cabida al aspirante que creía era el candidato idóneo de Morena, pero quedó al margen de la “consulta ciudadana.” Ahora, sin embargo, los dirigentes del PT hacen un llamado a sus correligionarios para que voten por el candidato de Morena, a pesar de que su candidato legal es el que aparece en las boletas electorales.
Los operadores de Morena lograron también convencer a otro partido “satélite”, el PVEM, para que “cambie su órbita” apoyando al abanderado de Morena, de igual manera que lo hizo el PT, pues es otro el que aparece en las boletas electorales y por tanto sigue vigente el candidato que registraron ante las autoridades electorales de Coahuila.
Visto que Morena en nuestro estado ha estado dividido desde hace tiempo, ya ocurrió al “chapulineo” de los aspirantes a la Legislatura local y buscaron ser propuestos por otros partidos de la misma tendencia, cuyos nombres también obviamos, dado que son conocidos por gente interesada en nuestra “Política Aldeana”.
Si Morena no los consideró como candidatos a diputados, ahora lo son abanderados por X, Y o Z partidos, pues el caso es ser tomado en cuenta para seguir pegados a la ubre oficial, y con ello hacer válido el refrán de que “no hay que vivir fuera del error”, a fin de seguir cobrando en la nómina gubernamental.
En fin, amable lector, ¿Usted ya decidió por quién votará el próximo domingo 4 de junio? Nosotros no le vamos a recomendar hacerlo por tal o cual candidato, esa es su responsabilidad, pero eso sí, acuda a sufragar a la casilla que le indique su tarjeta de elector, pues es una obligación cívica elegir al nuevo gobernador del estado y a los legisladores de la próxima legislatura y el proceso electoral ya está en marcha.
¡Hasta la próxima!
