Hygge
Arcelia Ayup Silveti
Acabo de descubrir el hilo negro, un poco tarde, ya que el concepto nació en el siglo XIX en Dinamarca. Se trata del llamado hygge, cuya ideología me atrapó y de facto practico algunas de sus propuestas, sin saber que forman parte de esta interesante corriente. Desde hace años, los daneses están en los primeros lugares del ranking de felicidad en todo el mundo, al lado de Suiza e Islandia.
Debido al clima extremo de Dinamarca, pasan muchas horas en sus casas y ello los condujo a crear mejores condiciones para pasarla bien y hacer de sus hogares su lugar seguro y sentir el deseo de regresar a casa. Se pronuncia hu-ga y no existe una traducción como tal, sino más bien ideas, tales como bienestar, confort, vivir el presente, ser bueno contigo: consentirte, pasar un rato agradable, no castigarte.
Leí algunos textos y vi varios videos sobre el tema. La mayoría coincide en que radica en aportar felicidad a tu vida, sin preocupaciones, convivir bajo el mismo techo con personas cercanas y queridas. El hygge es más bien una actitud ante la vida, crear una atmósfera confortable en el hogar y hacer cosas simples para disfrutar. Por ejemplo, sentarse en el sofá frente a la chimenea en una noche fría, cobijado con una frazada gruesa, mientras disfrutas una bebida en compañía de tu perro. Es comer algún postre casero, ver la tele arropado, tomar té o chocolate en una taza linda. También puede ser estar a solas leyendo un buen libro o cenar con familiares o amigos con luz tenue y de velas.
Compartiré las ideas centrales del libro Hygge, la felicidad en las pequeñas cosas, de Meik Wiking, director del Instituto de la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague. El autor propone el siguiente decálogo: 1. Crea una atmósfera agradable en el hogar, con plantas y velas aromáticas; 2. Enfócate en el aquí y ahora, no atiendas el celular; 3. Ingiere lo que te genera placer, café, chocolates o postres. 4. Comparte tareas domésticas y tiempo de disfrutar; 5. Sé agradecido; 6. Busca la armonía, no la competencia; 7. Desconecta con el exterior, conecta contigo, ponte cómodo, relájate; 8. Tómate una tregua, no te agobies ante los problemas; 9. Genera vínculos emocionales con gente positiva. 10. Habítate en tu refugio, conviértelo en tu remanso de paz y seguridad.
Es mi deseo que te haya atrapado esta forma de vida, que te documentes y apliques algunas de sus propuestas a tu vida diaria. Sin duda, por algo los daneses son los más felices del mundo.
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